viernes, agosto 15, 2008

Felicidades en tu aniversario Baracoa de mis ensueños

Baracoa, un secreto entre tú y yo, decidí esperar para inaugurar mi blog en una fecha como la de tu aniversario

Mi bella Baracoa cuánto te extraño hoy, precisamente cuando estás de cumpleaños, y yo no puedo contemplar tus aguas, la del mar que te rodea y la de tus transparentes ríos.
Supongo que estarás hoy más brillante y gallarda que nunca, pues ya tienes 497años y sigues sin perder el encanto, desde que el 15 de agosto de 1511, el Adelantado Diego Velázquez te fundara como la villa de Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa, primera capital política y eclesiástica de la Isla de Cuba.

Hoy es un día de recuentos para mí, porque paso balance a los bellos momentos vi
vidos en mi querida ciudad natal, de la que siempre me he sentido muy orgullosa, de la que guardo muy bellos recuerdos en mi corazón. Baracoa, algunos te llaman la madre de todas las cidades cubanas, muy merecido el nombre lo creo, porque fuiste la primera villa de Cuba.

Pero todo tus méritos no quedan ahí, también fuiste rebelde, porque el cacique taíno Guamá, por más de una década mantuvo en jaque a los peninsulares ibéricos por tus lomas de virginal belleza que resguardaban la ciudad entre el mar y la montaña.


También cuentan sobre tí la Santa Cruz de la Parra, traída en 1492 por Cristóbal Colón y el complejo de fortificaciones que integran La Punta (hoy restaurante), El Castillo de San Seboruco (hotel) y el fuerte Matachín, convertido en museo, recinto que guarda quinientos años de historia en un escudo otorgado el 28 de septiembre de 1838 por la Reina María Cristina de Hamburgo y Lorena, el cual te convierte en lo que serás siempre, la primera en el tiempo.


Qué decir de tus tradiciones culturales, el Kiribá y el Nengón, expresiones del son antíguo presentes
en tu identidad. Y que no dejas morir porque mantienes vivo un movimiento cultural que cada día se enriquece en todos los ámbitos.

Me imagino que en un día como hoy tus habitantes habrán disfrutado
del sabroso bacán, tus frangoyos, y hasta quizás un plato de tetí que se haya guardado seco y esté muy bien condimentado como se hace allá.

Las añoranzas son muchas, cierro los ojos y veo a Cayamba, ese personaje de pueblo, cuyo halo recorrerá hoy tus calles con su guitarra al hombre, su voz ronca, la mar de collares de todos colores en el cuello y amante de todo lo bello. Si me pongo a mencionarlas todas, no terminaría nunca esta crónica dedicada a ti.


Por eso ciudad de mis ensueños te deseo que sigas manteniéndote cada día más hermosa y que sigas detenida en el tiempo con tu vejez rejuvenecida.