
Mujeres
Cubanas (FMC).
¿Quién
podría negar que sea así? Volver atrás la memoria en este caso resulta
imprescindible, porque en otros tiempos las mujeres cubanas prácticamente
carecían de representatividad, en una sociedad sentada sobre bases prejuiciosas
y machistas.
Fue a
partir de 1960, con la creación de la organización femenina, que las cubanas
comenzaron a dar pasos firmes hacia la liberación social y fueron ellas quienes
reclamaron su activa participación en la Revolución sin la cual, en primer
lugar, no hubiese sido posible emprender tal batalla.
Y no
ha habido en nuestro país ninguna tarea, por difícil que haya sido, que no
contara con la presencia de la mujer, y lo demuestra el hecho de que hoy, 54
años después, la participación firme y decidida de las mujeres en cualquier
tarea resulta no ya necesaria, sino imprescindible.
Con
la entrañable Vilma Espín al frente, las aguerridas federadas cubanas fueron
ganando batalla tras batalla, con su ejército de audaces soldados, cuya primera
victoria lo fue HACERSE ÚTILES y después, IMPRESCINDIBLES en el acontecer de la
vida de la nación cubana.
Hoy
son la mitad de la población del país, el 48% de la fuerza laboral activa, el
66% de la fuerza profesional y técnica, el 56% de la fuerza científica, muchas
ocupan cargos de dirección y son amplias mayorías en los sectores de la educación
y la salud, por sólo mencionar algunos ejemplos.
Pero
más que las cifras, la labor de la mujer puede apreciarse a siempre vista en la
esfera productiva y de los servicios, aún en los más difíciles y recónditos
lugares del archipiélago.
Más
esos éxitos no deben deslumbrarnos. Todavía hay mucho por hacer en la
conciencia social, incluidas las propias mujeres, para continuar venciendo
males heredados del pasado, fundamentalmente el machismo y los prejuicios.
En
ese sentido, no puede negarse que muchos hombres, lejos de compartir las
responsabilidades, hacen recaer sobre sus compañeras la educación de los hijos
y las tareas domésticas, tan cotidianas como agobiantes.
Los
tiempos por venir impondrán a la Federación de Mujeres Cubanas nuevas y más
complejas tareas, tanto en lo económico, como en lo social y familiar. Y habrá
que cumplirlas como hasta hoy, para seguir engrandeciendo a la patria de Martí,
de Fidel y de Vilma Espín, máximos inspiradores de la obra redentora de la mujer
cubana.
¡Felicidades
Federadas!