jueves, marzo 31, 2011

Camilo y la creación de un frente guerrillero

Por Margarita Piedra Cesar

Una de las acciones más audaces y arriesgadas del Ejército Rebelde durante la gesta de la Liberación Nacional Cubana, fue sin duda, la apertura de un frente guerrillero en el llano oriental que abarcaba las regiones de Bayamo, Manzanillo y Victoria de las Tunas.

Esa importante y riesgosa misión se la asignó del Comandante en Jefe Fidel Castro, al capitán Camilo Cienfuegos Gorriarán, el 31 de marzo de 1958, quien con apenas 13 combatientes partió en esa fecha para la llanura del Cauto, aledaña a Bayamo.

Como principal tarea ese pequeño grupo rebelde tenía la de apoyar con diversas acciones combativas la proyectada Huelga General del 9 de Abril, así como aunar a diferentes grupos guerrilleros que operaban en el triángulo Bayamo, Manzanillo, Las Tunas sin una dirección unificada.

Esta zona donde el Capitán Camilo Cienfuegos comenzó a operar era muy peligrosa, teniendo en cuenta que en Bayamo radicaba el puesto de mando del ejército de la tiranía para sus operaciones contra la guerrilla en la Sierra Maestra, con unos 2 500 soldados, además del Escuadrón 13 de la Guardia Rural, asentado en el Cuartel Carlos Manuel de Céspedes y otros puestos militares extendidos por toda la región.

Durante su permanencia en este frente guerrillero en el llano oriental, el 16 de abril de 1958, el Comandante en Jefe Fidel Castro emitió la orden que ascendía al grado de Comandante del Ejército Rebelde al Capitán Camilo Cienfuegos y lo nombraba jefe de la zona comprendida entre Bayamo, Manzanillo, Victoria de Las Tunas, donde ya el jefe guerrillero operaba desde semanas atrás.

Al conocer la noticia de su ascenso a Comandante, desde Los Cayos, cerca de Cauto del Paso, donde acampaba, Camilo envió una carta a Fidel fechada el 24 de abril de 1958 señalándole: "Más fácil me será dejar de respirar que dejar de ser fiel a su confianza"

A mediados de junio a solicitud de Fidel, Camilo dejó la llanura del Cauto para regresar a la Sierra Maestra donde ya se había iniciado la ofensiva general del Ejército de Batista contra las fuerzas guerrilleras en la montaña y que devino total fracaso dada la contraofensiva de los insurgentes.

53 años después de la apertura del frente guerrillero en el llano oriental, todavía se recuerda al Comandante Camilo Cienfuegos quien tuvo esa responsabilidad y dejó en la zona de Bayamo, Manzanillo y Victoria de Las Tunas, gratos recuerdos de su figura legendaria como después la tuvieron todos los cubanos que lo llamamos cariñosamente Señor de la Vanguardia.




miércoles, marzo 30, 2011

Tomás Romay Chacón, ilustre sabio cubano

Por margarita Piedra Cesar

El 30 de marzo de 1849 a la edad de 85 años fallecía en La Habana el ilustre sabio cubano Tomás Romay Chacón, que justamente es considerado como uno de los precursores del movimiento científico de nuestro país, e introductor de la vacuna infecto-contagiosa como lo fue en su época la viruela.

Graduado de Doctor en medicina en la Universidad de La Haban en 1792, Tomás Romay figuró entre los miembros más destacados de la Sociedad Económica de Amigos del País, de la cual llegó a ser su director en 1842 y fue también fundador y redactor principal del papel periódico de La Habana hasta su fallecimiento.

Dentro de la sociedad que dirigió Romay realizó proyectos para la modernización de la enseñanza de la medicina en Cuba e introdujo métodos basados en la observación y la práctica además de promover el aprendizaje con modernos conceptos de la clínica y la anatomía.

Uno de los méritos más destacados de esta sabio cubano, fue la publicación por primera vez en la isla de un estudio científico sobre la fiebre amarilla también llamada vómito negro y por la cual fue nombrado como académico corresponsal de la Real Academia de Medicina, de Madrid, España.

De igual forma Tomás Romay se opuso a la práctica de enterrar los cadáveres dentro de las iglesias y en l as zonas urbanas por considerar que no era higiénico y junto al Obispo Juan José Díaz de Espada impulsó la construcción del primer cementerio de La Habana, el de Espada, que se inauguró en 1806.

No obstante esos méritos, Tomás Romay fue el introductor de la vacuna contra la viruela en la isla cuatro años después de su invención y para confirmar sus resultados positivos vacunó a sus dos hijos más pequeños y públicamente le hizo inocular el pus de un enfermo para demostrar la eficacia de su método contra la viruela considerado por entonces por una enfermedad terrible.

Durante más de cuatro décadas Tomás Romay se consagró a la tarea de aplicar la vacuna antivariólica en la isla que estaba bajo la tutela del colonialismo español salvando a miles de personas de contraer ese fatídico mal infecto contagioso, caracterizado por dejar grandes marcas en la piel y que puede resultar mortal en muchos casos.

162 años después de su fallecimiento, el 30 de marzo de 1849 el inminente sabio cubano Tomás Romay Chacón figura entre los principales precursores de los avances científicos en Cuba que con su sabiduría e investigaciones contribuyó a forjar hace ya más de siglo y medio.