jueves, septiembre 16, 2010

Importancia del Día Mundial para la Protección de la Capa Ozono

 Por Margarita Piedra Cesar

Hoy 16 de septiembre se celebra el Día Mundial para la Protección de la Capa de Ozono, una jornada para recordar y comentar, por su interés para todos los que habitamos este planeta.

El Sol es el mejor amigo de la tierra porque le proporciona vida, calor y energía, pero a su vez, el llamado Astro Rey puede ser el peor enemigo del planeta y sus rayos ultravioletas logran traspasar esa sombrilla protectora que es la Capa de Ozono.

El ozono es un gas de color azul compuesto por tres átomos de hidrógeno en vez de dos, como el oxígeno. Se le llama capa a la estratósfera, entre 15 y 40 kilómetros de altura, cuyo espesor es de unos tres milímetros en condiciones naturales.

Y es precisamente esa finísima y trasparente Capa de Ozono que nadie ve, quien nos protege de los efectos de los rayos ultravioletas formando una coraza alrededor de la tierra y cuidando la vida de todo lo que en ella respira.

Sin embargo, la Capa de Ozono está seriamente amenezada por la acción de los propios seres humanos, que liberan en el aire algunos productos químicos muy estables y que contienen bromo y cloro, dos de los peores enemigos del ozono.

Cada átomo de cloro o bromo puede destruir miles de moléculas de ozono, por lo que cantidades muy reducidas pueden descomponer suficiente ozono, como para disminuir de manera significativa la amplia capa que lo contiene.

Los clorofluorocarbonos son los productos químicos más destructivos de la capa de ozono y éstos tienen amplio uso en refrigeradores y acondicionadores de aire y en la fabricación de elementos tales como potes de aerosol, limpieza de tableros de circuitos impresos y otros equipos electrónicos.

Debido a la utilización indiscriminada de estos productos y otros que contienen bromo, el hombre ha contribuido a que sobre algunas regiones del mundo haya disminuido la capa de ozono, que es menor sobre el Ecuador y aumenta cerca de los polos.

El descubrimiento en 1985 del impresionante hueco de la Capa de Ozono sobre la Antártida de unos 28 millones de kilómetros cuadrados, puso a la humanidad en alerta sobre el deterioro de ese escudo protector y se vio la necesidad de disminuir la emisión de gases contaminantes a la atmósfera como los ya mencionados.

En ese sentido en 1987, precisamente el 16 de septiembre, se estableció el Protocolo de Montreal firmado por 186 países, incluido Cuba, regulando las emisiones de gases, fundamentalmente, los clorofluorocarbonos que son los productos químicos más destructivos de la Capa de Ozono.

Cuba, como signataria del Protocolo de Montreal ha venido cumpliendo de manera sostenida sus compromisos para reducir el uso de sustancias dañinas a la Capa de Ozono.