jueves, diciembre 08, 2011

Aniversario 53 de la Liberación de San Luis

Por Margarita Piedra Cesar

53 años atrás, el 8 de diciembre de 1958 tropas conjuntas del Ejército Rebelde del Segundo y el Tercer Frentes, liberaron la ciudad de San Luis después de varios días de asedio y combate contra las fuerzas del régimen que defendía en esa importante localidad, situada sólo a 28 kilómetros al norte de Santiago de Cuba, capital de la entonces provincia de Oriente.

San Luis representaba una posición clave para la dictadura por sus vías de comunicación, tanto por ferrocarril como por carretera, lo que le había permitido concentrar en este poblado grandes efectivos humanos y material bélico, incluyendo artillería, con el propósito de reforzar otras zonas orientales donde se combatía, sobre todo entre Bayamo y Santiago de Cuba por la Carretera Central.

El ataque a la ciudad de San Luis se prolongó durante varios días en los cuales se combatió sin tregua en las propias calles de esa urbe y en todos los puntos donde se habían concentrado los soldados, como el cuartel local, las estaciones de policía y el ferrocarril y en un aserrío situado en la periferia.

Sin embargo, las tropas castrenses no pudieron soportar los ataques de los combatientes del Ejército Rebelde de las Columnas 17 del Segundo Frente y la 9 del Tercer Frente y abandonaron los sitios que defendían, así como la propia ciudad de San Luis, lo que le permitió a los revolucionarios ocupar todo el poblado y al siguiente día declararlo Territorio Libre de Cuba.

Días atrás, los combatientes rebeldes de ambas columnas habían liberado también las poblaciones de Alto Songo, La Maya y el Cristo, todas ubicadas muy próximas a Santiago de Cuba, por lo que los guerrilleros dominaban todos los accesos por carretera a la capital oriental y la vía de comunicación con la ciudad de Guantánamo.

Con la toma de San Luis el 8 de diciembre de 1958 terminó en el Segundo Frente Oriental Frank País la Operación Flor Crombet que había sido ordenada por la Comandancia General del Ejército Rebelde y que se prolongó durante 17 días con el objetivo de atacar y tomar todos los cuarteles enemigos en el triángulo Mayarí-San Luis-Guantánamo, objetivo que fue cumplido.

La liberación de San Luis hace 53 años, constituyó sin dudas, una hazaña del Segundo y Tercer Frentes del Ejército Rebelde y un paso decisivo en el propósito de dominar en su conjunto la provincia de Oriente, la más extensa del país y escenario principal de la guerra por la Liberación Nacional entre 1956 y 1958.

lunes, diciembre 05, 2011

Alegría de Pío: bautismo de fuego para los expedicionarios del Granma

Por Margarita Piedra Cesar

Alegría de Pío era en 1956 un punto perdido en la geografía oriental, en medio de un cañaveral perteneciente al entonces central Niquero, cerca de Cabo Cruz, hoy en la actual provincia de Granma.

Hasta ese lugar llegaron los 82 expedicionarios del Yate Granma, después del azaroso desembarco y de dos días de caminatas por terrenos desconocidos con hambre y sed, y perseguidos por el Ejército de Batista.

Al amanecer el día 5 de diciembre, ante el agotamiento físico que presentaba la mayoría de la tropa, se ordenó un alto en un bosquecito relativamente, cerca del monte firme, un lugar nada apropiado para campamento, donde casi todos durmieron en la mañana.

Después, todo volvió a la normalidad: algunos cortaban caña para comer, otros se curaban las lesiones de los pies, varios conversaban entre sí o comían la magra ración del día: medio chorizo con dos galletas.

En eso estaban cuando sonó un disparo y seguidamente un huracán de balas cayó sobre los expedicionarios. La sorpresa fue grande y aunque algunos se aprestaron a resistir, una gran parte trató de escapar de aquel infierno dantesco en que se convirtió en pocos minutos Alegría de Pío.

Fidel trató en un momento de reagrupar a los hombres, pero no pudo hacerlo debido a la confusión reinante y del intenso fuego al que fue sometido el cañaveral, obligando a los expedicionarios a dispersarse, cada cual como pudo. Varios murieron al instante, otros serían asesinados después por las fuerzas del tirano. Sólo un reducido grupo pudo alejarse del lugar, aunque de forma dispersa.

Así fue el bautismo de fuego de los expedicionarios del Granma aquel 5 de diciembre de 1956 en Alegría de Pío. Así comenzó a forjarse el Ejército Rebelde con un reducido grupo de combatientes que escapó al desastre, 12 hombres y 7 armas, que se reagruparían varios días después cuando Fidel exclamara: "Ahora sí ganamos la guerra", y la historia le dio la razón.