viernes, marzo 02, 2012

Enmienda Platt, humillante apéndice en Constitución cubana

Por Margarita Piedra Cesar

Cuando el 2 de marzo de 1951 el entonces presidente de Estados Unidos William Mc Kinley firmaba la Enmienda Platt como anexo a la primera Constitución de la República de Cuba se ponían de manifiesto las claras intensiones de ese poderoso país de perpetuar su intervención en la isla, aunque se le permitiese declarar la independencia y constituirse como República.

La Enmienda Platt había sido aprobada por el Senado de Estados Unidos el 27 de febrero de 1901 y por la Cámara de Representantes el primero de marzo, lo que permitió que al siguiente día, el Presidente Mc Kinley la sancionara antes de que asumiera su segundo período presidencial para evitar contradicciones con el nuevo congreso norteamericano.

El propio gobernador de la isla, General Leonardo Wood refiriéndose a la aprobación de la Enmienda Platt como anexo a la Constitución de la isla señaló: "A Cuba no se le ha dejado poca o ninguna independencia y lo único indicado ahora es buscar la anexión"

Al conocer la noticia de la aprobación de la Enmienda Platt por el Presidente de Estados Unidos, el 2 de marzo de 1901, el pueblo cubano se lanzó a la calle para protestar por ese infame hecho que laceraba la soberanía de la República, que nacería el 20 de mayo de 1902.

La Enmienda Platt le permitió a Estados Unidos mantener su dominio político, militar y económico sobre Cuba, pues ese apéndice contemplaba entre otros privilegios para Norteamérica, intervenir militarmente en la isla cuando lo considerase oportuno, someter la economía y el comercio a la nación norteña, y establecer estaciones carboneras en la isla como la de Guantánamo, que posteriormente, devino en base militar.

No fue hasta el 29 de mayo de 1934, que debido a la presión del pueblo cubano, Estados Unidos se vió precisado a abolir de la Constitución del isla la tristemente célebre Enmienda Platt y sustituirla por un llamado Tratado de Relaciones entre los dos países, que a decir verdad, no era más que el mismo perro con diferente collar, porque en nada cambiaba la dependencia de Cuba al poderoso vecino del norte.

Tardarían 25 años más para que Cuba en enero de 1959 eliminara todos los tratados existentes con Estados Unidos y se declarase como un país verdaderamente libre e independiente, sin amo ni imposiciones, labrando su propio destino, pésele a quien le pese.