martes, agosto 12, 2014

El derrocamiento de Gerado Machado y la huelga general obrera de 1933

El 12 de agosto de 1933, hace 81 años, una huelga general obrera derrocaba al regimen dictatorial del general Gerardo Machado, uno de los más sangrientos en la historia cubana.

A su llegada al poder en mayo de 1925, Machado afirmó categóricamente que durante su mandato ninguna huelga general duraría en el país más de un cuarto de hora, afirmación que no pudo llevar a la práctica pues en marzo de 1930 un paro obrero de más de 24 horas hizo tambalear a su régimen de terror.

No obstante las medidas represivas establecidas en el país, los constantes asesinatos de líderes obreros y comunistas, entre ellos, Julio Antonio Mella y Alfredo López, así como la proscripción de las organizaciones obreras y políticas revolucionarias, el régimen machadista no pudo sostener el empuje de las luchas proletarias para conquistar el poder.

Organizada y dirigida por la Confederación Nacional Obrera se llevó a cabo la huelga de agosto de 1933, que el dia 12 decretó la huída del tirano Machado hacia el exterior y aunque no fue una victoria definitiva del proletariado cubano, al menos provocó una apertura democrática, que incluía la libre actividad sindical.

Artífice de esta huelga general revolucionaria fue el prestigioso comunista, Rubén Martínez Villena, quien se había hecho cargo del movimiento obrero cubano tras el asesinato de Alfredo López, que junto a él fundara la Confederación Nacional Obrera en 1926.

Martínez Villena había puesto al servicio del proletariado cubano toda su abnegación, talento, lucidez y coraje para consolidar las organizaciones obreras en sucesivas etapas de grandes convulsiones políticas y sociales en el país.

Después de una estancia en un sanatorio del Caucazo Soviético para tratar de recuperar su salud y sabiéndose ya incurable, Martínez Villena regresó a la patria para consagrar sus últimas energías a la huelga general obrera, que finalmente el 12 de agosto de 1933 derrocara a Machado.

Al cumplirse el aniversario 81 de esta acción, nuestros recuerdos no sólo son para ese hecho histórico, sino también para el poeta de la pupila insomne, que con esa carga patriótica exhaló su último suspiro y dejara escrito para la posteridad la poesía revolucionaria.