sábado, julio 13, 2019

Batalla de Peralejo asestó una importante derrota al ejército español

Hoy se cumplen 124 años de a Batalla de Peralejo que tuvo lugar el 13 de julio de 1895, calificada como una de la más cruenta de las guerras independentistas cubanas y que por demás, tiene el mérito histórico de haber puesto frente a frente, pero esta vez armas por medio, a los dos protagonistas de la Protesta de Baraguá, los generales Arsenio Martínez Campos y Antonio Maceo Grajales.

Cuentan que ese día una columna española de 1500 hombres escoltaba al Capitán General de la isla, Arsenio Martínez Campos, que se dirigía de Manzanillo a Bayamo y enterado el Titán de Bronce, emboscó a sus tropas atacando a los colonialistas en el lugar conocido por Hondonada de Peralejo, a 15 kilómetros de la villa bayamesa.

Fue este un combate fiero que se extendió por más de seis horas y ante el empuje de los mambises al mando del General Antonio Maceo, los soldados españoles huyeron del lugar a toda marcha, dejando 400 muertos y heridos además de numerosos pertrechos de guerra, que pasaron a manos de los insurrectos.

Dicen que el propio Gobernador de la Isla escapó milagrosamente de caer en poder de los hombres del General Antonio, ya que logró disfrazarse de campesino para poder evadir a los cubanos en horas de la noche. Por su parte, el jefe de la columna General Fidel Alonso Santos Cilde pereció en la batalla.

A partir de ese momento, los soldados españoles no saldrían de sus bases fortificadas si no era integrando numerosas y bien dotadas fuerzas capaces de resistir los embates de las huestes mambisas.

El Combate de peralejo y sobre todo su heroica victoria puso de manifiesto una vez más, que frente al más poderoso ejército la fuerza de la razón y la justicia siempre pueden aspirar a la victoria, además de que mostró la extraordinaria capacidad estratégica-militar del Mayor General Antonio Maceo, el mismo que enfrentó a Martínez Campos en Baraguá y le hizo saber entonces, que la revolución no estaba acabada sino que se mantenía en pie.

El 13 de julio de 1895, cuando escapaba de las armas mambisas en Peralejo el General Arsenio Martínez Campos comprendió cuánto de razón había en la vigorosa protesta del General Antonio, 17 años atrás en los Mangos de Baraguá, por el ominoso Pacto del Zanjón.

viernes, julio 12, 2019

Juan Gualberto Gómez consecuente con los principios independentistas

Este 12 de julio se cumplen 165 años del natalicio de Juan Gualberto Gómez, quien llegó al mundo en una fecha como esta, pero de 1854, en el ingenio Vallecino, en la provincia de Matanzas y aunque era hijo de esclavos, ellos habían comprado el vientre libre para que el niño no naciera como ellos, sometido a la esclavitud.

Con el sacrificio de sus progenitores, Juan Gualberto fue enviado a La Habana a estudiar y con 14 años a París, Francia, para que aprendiera el oficio de cerrajero. Su inteligencia y dotes personales le abrieron el camino y se hizo periodista, convirtiéndose en un joven culto y elegante.

Después de finalizada la Guerra de los 10 Años, Juan Gualberto participó en la unión de trece sociedades de color de las 156 que la colonia autorizó a abrir en la isla y formó el directorio central. Por su lucha estuvo preso en dos ocasiones y sufrió destierro igual número de veces en África.

Fue fundador del periódico La Fraternidad en 1890. Antes había conocido a José Martí con quien trabó una profunda amistad por lo que el Apóstol lo nombró su representante personal en la isla y Delegado del Partido Revolucionario Cubano en la región occidental, participando en la organización de la guerra de 1895, y fue quien recibió la orden del alzamiento armado del 24 de febrero dada por Martí.

Después de la guerra, Juan Gualberto Gómez se opuso a la intervención norteamericana y a la imposición de la Enmienda Platt a la primera Constitución Cubana, defendiendo con lealtad en la Asamblea Constituyente de 1901 las ideas martianas, traicionadas por los que se plegaron a los intervencionistas yanquis.

Junto al ex presidente de la República en Armas, Salvador Cisneros y otros patriotas, Juan Gualberto Gómez encabezó la batalla de la dignidad frente a la injerencia norteamericana en nombre del pueblo de Cuba.

Aún después de constituida y proclamada la República, el 20 de mayo de 102, Juan Gualberto Gómez fue un batallador constante por los derechos de los cubanos a su verdadera libertad e independencia hasta que falleció el 5 de marzo de 1933 en La Habana.

A 165 años de su natalicio el 12 de julio de 1854, los cubanos de hoy agradecemos a Juan Gualberto Gómez su lealtad a los principios martianos y su intransigencia frente a los colonialistas españoles primero y después frente a los intervencionistas norteamericanos.

Mariana Grajales consagró la vida a la lucha por la independencia

Nacida el 12 de julio de 1815, hace hoy 204 años, Mariana Grajales Cuello fue una mujer de excepcionales virtudes morales y patrióticas que supo trasladar a su familia como una leona transmite a sus cachorros toda la fuerza y la firmeza con que deberían actuar en la vida.

Se recuerda que a pocos días de iniciada la Guerra de los 10 Años, en octubre de 1868, Mariana vio partir a su esposo Marcos y sus hijos José, Justo y Antonio para marchar a la contienda, pero antes reunió a toda la familia y les hizo jurar ante una imagen de Cristo luchar por la Patria o morir por ella.

En este período Mariana ya con 60 años de edad se incorporó a la guerra como enfermera y soldado. Sin miedo veía a sus hijos cargar al machete contra el enemigo y ello le causaba una inmensa alegría.

Fueron muchos los dolores que soportó Mariana durante la guerra, dolores del alma, porque vio morir a su esposo y dos de sus hijos y ante el cadáver de uno de ellos le dijo a su vástago más pequeño: “La Patria es la madre de todos, un hijo debe sustituir al otro en la guerra”

Ese valor, coraje y espíritu que enseñó e inculcó a sus hijos fueron lecciones bien aprendidas por ellos, porque todos se incorporaron a la lucha por la independencia contra España y varios de ellos perdieron sus vidas durante la misma.

Terminada la guerra grande, Mariana marchó al exilio en Jamaica junto a su hijo Antonio. En esa tierra ajena a la suya la sorprendió la muerte física el 27 de noviembre de 1895 a la edad de 85 años.

Hoy a 204 años del natalicio de Mariana Grajales Cuello, los cubanos la recordamos en la Patria libre que ella añoró, la que sus hijos no pudieron entregarle y le juramos mantenerla siempre libre o morir por ella.

miércoles, julio 10, 2019

Recordando nuestra historia patria

Con los asaltos a los cuarteles Moncada, de Santiago de Cuba y Céspedes, de Bayamo por los jóvenes de la Generación del Centenario, se iniciaba una nueva etapa de la lucha de la Revolución cubana, continuadora histórica de las gestas independentistas anteriores: La Demajagua en 1868, la Guerra Chiquita, de 1879 y el Grito de Baire en 1895.

Sin embargo ninguna de estas cruentas guerras independentistas cubanas alcanzaron el objetivo supremo por los cuales se combatió en su conjunto durante casi 15 años, la independencia de España y la formación de una República “con todos y para el bien de todos”, que transformara desde sus propias raíces la estructura socio-económica conformada en la isla por el colonialismo español, dando paso a un estado nacional dueño de su propio destino.

La intervención militar norteamericana de julio de 1898 dio al traste con esos sueños y vino a agravar más los males heredados del colonialismo español, pues bajo las botas del imperio yanqui nació en 1902 una República que nada tenía de independiente y si mucho de esclava. Vino al mundo atada de pies y manos por la Enmienda Platt, dependiente en su totalidad de los intereses económicos norteamericanos; amén de la imposición de un sistema democrático al estilo “Made in USA.

Durante la propia conformación de la República, aún sin nacer ésta, Estados Unidos dio muestra de cual sería su papel en el nuevo Estado que se proyectaba al imponerle a la primera Constitución la fatídica Enmienda Platt, que le otorgaba el derecho de intervenir militarmente en la isla cuando lo estimase conveniente; además de  imponer la elección de un primer Presidente, Tomás Estrada Palma, quien respondió ciegamente a los intereses del imperio y por demás, traidor a los ideales martianos al disolver el Partido Revolucionario Cubano creado por Martí que dirigía hasta el término de la guerra.

Bajo la tutela del imperio norteamericano el primer Presidente cubano, reelecto nuevamente en 1906, no pudo resolver ninguno de los problemas más acuciantes heredados del colonialismo como fueron los de la salud, la educación, la discriminación de la mujer, el desempleo, la protección del campesinado del latifundismo, eliminar a máximo la conducción del país de mono-productor azucarero y apelar al mercado externo para evitar la dependencia excesiva de Estados Unidos.

Desde 1902 hasta 1952, en los primeros 50 años de República, ninguno de los once Presidentes que tuvo el país pudo resolver esos problemas. Sólo el llamado Gobierno de los 100 Días, surgido tras la derrota de la dictadura de Gerardo Machado, intentó algunas medidas de carácter popular pero no por mucho tiempo, pues en 1934 fue depuesto por el Coronel Fulgencio Batista, entonces Jefe del Ejército, que a partir de ese momento se convertiría en un siniestro personaje de nuestra historia.

Fermín Valdés, hermano del alma de José Martí

El 10 de julio de 1853, hace hoy 166 años, nació en La Habana Fermín Valdés Domínguez, a quien José Martí llamó: “Mi hermano del alma”, porque así lo consideraba en su corazón y sentimientos.

Ambos, Martí y Domínguez, nacieron en el mismo año con siete meses de diferencia entre el  primero y el segundo. Juntos acudieron a los mismos colegios San Anacleto y San Pablo, donde recibieron una educación patriótica de ese formador de hombres libres que fuera Rafael María de Mendive.

Valdés Domínguez en 1869 fundó el periódico El Diablo Cojuelo, donde Martí escribió durante su efímera duración. Por una carta que él y Martí enviaron a un antiguo compañero de estudios calificándolo de apóstata por haber adjurado del ideal independentista, ambos fueron juzgados y condenados a seis meses de cárcel Fermín y a seis años de prisión, Martí.  

Luego los dos jóvenes se reencontraron en Madrid y se unieron nuevamente en los estudios universitarios, José Martí en Derecho y Filosofía, y Valdés Domínguez en Medicina, profesiones en la que ambos se graduaron.

De regreso a Cuba Fermín Valdés se establece en Baracoa para ejercer la medicina y allí es designado como Delegado del Partido Revolucionario Cubano fundado por Martí. Después viaja a Estados Unidos y en la Florida realiza labores de proselitismo entre los tabaqueros emigrantes.

Con el dolor de la pérdida de Martí en la guerra, Fermín Valdés Domínguez se alista en una expedición que desembarca en la isla, recibiendo la encomienda de organizar la sanidad militar en Las Villas y más tarde en el primer cuerpo de Oriente bajo las órdenes de José Maceo, llegando a alcanzar el grado de Teniente Coronel.

Finalizada la guerra Fermín Valdés vería con tristeza cómo la República era sojuzgada por la intervención de Estados Unidos, dedicándose al ejercicio de la medicina en la capital, mostrando siempre el espíritu patriótico y el recuerdo de su gran hermano del alma, José Martí.
                             
Poco antes de su muerte el 13 de junio de 1910 a la edad de 57 años, y antes de cerrar los ojos para siempre Valdés expresó: "Patria cuánto te he querido, pero que poco he podido hacer por ti"

Al cumplirse hoy 10 de julio el aniversario 166 de su natalicio, digámosle a Fermín Valdés Domínguez que la patria por la que él luchó y soñó libre e independiente es hoy una realidad, donde él y su hermano del alma, José Martí, viven para siempre.

domingo, julio 07, 2019

Fidel marcha hacia el exilio

“Me marcho de Cuba, porque me han cerrado todas las puertas de la lucha cívica”; así escribió el joven abogado Fidel Castro Ruz poco antes que el 7 de julio de 1955, hace hoy 64 años, partiera hacia el exilio en Méjico en el vuelo 566 de Mejicana de Aviación, con destino a Mérida en tránsito hacia Veracruz, donde llegó en esa misma fecha.

Habían transcurrido hasta ese momento 51 días desde el 15 de mayo de 1955, cuando Fidel y un grupo de asaltantes de los cuarteles Moncada, de Santiago de Cuba y Céspedes, de Bayamo, fueron puestos en libertad en Isla de Pinos por una amnistía que la dictadura batistiana se vio obligada a decretar debido a la presión popular.

Durante el breve período de tiempo que Fidel permaneció en Cuba sus esfuerzos estuvieron encaminados a organizar la lucha futura creándose el 12 de junio de 1955 el Movimiento 26 de Julio, cuya dirección nacional acordó que el líder revolucionario partiera hacia el extranjero con el fin de preparar un destacamento armado y entrenado para reiniciar la guerra de liberación en Cuba.

La dictadura batistiana por su parte desató contra Fidel y los moncadistas una escalada represiva que incluía un plan para asesinar al joven abogado y a su hermano Raúl en tanto prohibió cualquier tipo de participación del líder revolucionario en los medios de difusión y clausuró el periódico La Calle, que servía en alguna medida de tribuna a Fidel.

Cerrados todos los caminos de la lucha cívica a Fidel no le quedó otra alternativa que el camino del exilio y un día antes de su partida hacia Méjico, el líder del Movimiento 26 de Julio declaraba: “Como martiano pienso que ha llegado la hora de tomar los derechos y no pedirlos, de arrancarlos en vez de mendingarlos”

Para el doctor Fidel Castro el exilio en Méjico se extendería por más de un año y tres meses, hasta que el 25 de noviembre de 1956 partió de regreso a Cuba con la expedición del yate Granma para cumplir lo que había dicho en una carta de despedida, el 7 de julio de 1955: “Volveremos cuando podamos traerle a este pueblo la libertad y el derecho a vivir decorosamente, sin despotismo y sin hambre”.