jueves, agosto 09, 2012

Nagasaki: segundo blanco atómico

El 9 de agosto de 1945, hace hoy 67 años, Estados Unidos hizo estallar sobre la ciudad japonesa de Nagasaki su segunda bomba atómica con un saldo inmediato de más de 40 000 muertos. El primer ataque nuclear se había producido tres días antes, el 6 de agosto sobre Hiroshima, el cual dejó 90 000fallecidos al instante.

El entonces Presidente de Estados Unidos Harry Truman, quien ordenó tales genocidios, trató de justificar esos crímenes ante el mundo señalando que tanto Hiroshima como Nagasaki eran objetivos militares y que el propósito de los bombardeos fue “evitar víctimas entre la población civil”

Tal vez ese asesino de marca mayor que fue Truman, creyó que los habitantes de este planeta eran tontos como para no saber que esa justificación era de un cinismo insólito y que Hiroshima y Nagasaki eran dos apacibles ciudades japonesas donde no existían objetivos militares y que las 300 MIL muertes que en total alcanzaron esos bombardeos atómicos eran todos civiles, ancianos, mujeres y niños, ya que una gran parte de los hombres del Japón estaban movilizados en la guerra.

El propio General Douglas MacArthur, gobernador de Japón durante la ocupación de Estados Unidos, dijo después que “no había ninguna necesidad militar de emplear la bomba atómica en 1945”. Asimismo, el alto mando militar norteamericano reconoció que “en las zonas siniestradas no existían objetivos militares algunos”

Sin embargo, años después fue desclasificada la Orden Número 13 emitida el 2 de agosto de 1945, es decir, cuatro días antes del primer ataque, la cual señalaba: “Fecha del ataque: 6 de agosto. Objetivo del ataque: la parte histórica y la zona industrial de la ciudad de Hiroshima. Segundo objetivo de reserva: los arsenales y la parte céntrica de la ciudad de Kokula. Tercer objetivo de reserva: la parte céntrica de la ciudad de Nagasaki”

Los objetivos uno y tres, bombardeos a Hiroshima y Nagasaki se cumplieron tal y como lo establecía esa Orden Número 13, pero el segundo objetivo, ataque a Kokula, no se llevó a cabo por el mal tiempo reinante sobre la ciudad, algo por lo cual los habitantes de la misma todavía agradecen a sus dioses haberlos librado de la desgracia provocada por un ataque nuclear en 1945.

A pesar del tiempo transcurrido hasta hoy, ningún gobierno de Estados Unidos se ha disculpado con los japoneses por los genocidas bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki y por las más de 300 000 víctimas mortales causadas, amén de los que han fallecido desde entonces por las secuelas que dejaron los ataques.

Desde agosto de 1945 hasta hoy, la naturaleza criminal del imperio yanqui no ha cambiado en nada, pues todavía sigue mintiéndole al mundo para inventar guerras como en Afganistán, Iraq, Libia, argumentando proteger la población civil, al igual que quieren hacerlo ahora con Siria, Irán y otros oscuros rincones del planeta que no les convenga el régimen social establecido.


lunes, agosto 06, 2012

A 67 años de la masacre de Hiroshima

Hoy se cumple el aniversario 64 en que en la mañana de aquel 6 de agostode 1945, Estados Unidos lanzaba sobre Hiroshima la primera bomba nuclear de la historia. Desde ese momento los japoneses experimentaban mucho temor e incertidumbre ante la posibilidad de un nuevo ataque.

La primera bomba que cayó sobre Hiroshima era de 3 metros de largo y cuatro toneladas y media de peso y estalló, precisamente, sobre el Hospital Shima, levantando una temperatura de un millón de grados centígrados, matando de inmediato a más de 70 mil personas que se volatizaron y sólo dejaron sobre la tierra sus sombras. En tres kilómetros a la redonda nada quedó.

Aquel ataque nuclear no estaba justificado, ya Japón había sido derrotado en todos los frentes de batalla durante la II Guerra Mundial.

Estados Unidos sólo quería demostrar a la humanidad que ya poseían un arma tremendamente mortífera y estaba dispuesto a usarla donde y cuántas veces fuera necesario.

Para que se tenga una idea del daño causado con esta maligna acción, además de los 70 mil muertos, unas horas antes del Aniversario 58 de la caída de la bomba atómica en Hiroshima, la publicación de un nuevo estudio sobre el tema levantó algunos temores entre los supervivientes de aquella catástrofe, ya que el mismo aseguraba que algunas dosis de radiación podrían haber sido subestimadas.

Los nuevos datos aportaron por primera vez una clara medida respecto a las dosis de neutrones en los supervivientes de Hiroshima, según reveló Tore Trasume, de la Universidad de UTA en Salt Lake City, quien encabezó la investigación. Los supervivientes de la bomba de Hiroshima, lanzada el 6 de agosto de 1945 fueron expuestos a dos tipos de radiación, los rayos gamma y los neutrones.

A más de seis décadas de aquella catástrofe nuclear, aún siguen apareciendo secuelas en los habitantes del lugar, los cuales padecen de diferentes enfermedades y que aún cobra miles de víctimas muriendo de diferentes tipos de cáncer, fragilidad de los huesos, tuberculosis, entre otros padecimientos.

Un día como hoy, 6 de agosto, miles de japoneses rinden homenaje en Hiroshima a las víctimas de aquel genocidio nuclear, clamando por la paz que necesita la humanidad, porque el peligro de una guerra nuclear está latente y las armas prestas a caer en cualquier punto del orbe por la política chantajista e irracional de los mismos que entonces ordenaron los ataques atómicos contra la inocente población japonesa.

domingo, agosto 05, 2012

Doña Rosario vive en el recuerdo igual que sus hijos

El 5 de agosto de1977, hace hoy 35 años, casi acabado de cumplir los 78 años de edad, Doña Rosario García cerró sus ojos para siempre y se fue a descansar eternamente junto a su esposo Agustín País y sus dos hijos, Frank y Josué, en una tumba que permanentemente está llena de flores, escoltada por la Bandera de la Patria y por la del Movimiento 26 de Julio, como testimonio cierto de que "morir por la patria es vivir".

Doña Rosario García, la madre de los hermanos País, era de origen español pero ello no le impidió amar a Cuba e inculcar en sus tres hijos: Frank, Agustín y Josué, el más puro de los sentimientos, la libertad de su patria, además de enseñarles a ser disciplinados, responsables, leales, dignos y valientes, entre otras virtudes, a pesar de ser una familia humilde.

Por eso no era de extrañar para Doña Rosario que sus tres hijos y sobre todo Frank, estuviera entre los jóvenes que a partir del golpe de estado de Fulgencio Batista, en marzo de 1952, se le opusieran y se incorporaran de diversas formas a la lucha contra el régimen dictatorial.

Calladamente, doliéndole en lo más profundo del alma, Doña Rosario se percataba del peligro que corrían sus muchachos, pero a ninguno trató de desalentarlo y cuando más, los exhortaba a cuidarse mucho y no arriesgar la vida inútilmente.

En 1957, con solo un mes de diferencia la muerte le arrebató a dos de sus más preciados tesoros: Josué País que con 17 años cayó combatiendo el 30 de junio y Frank País, asesinado en una calle santiaguera el 30 de julio, cuando estaba todavía por cumplir los 23 años de edad.

Ella misma se puso al frente de arrebatarle a la dictadura los cadáveres de sus hijos y los llevó a reposar. Tan solo eso, porque como muertos, siguieron viviendo y luchando hasta la victoria final acompañados de su gloriosa madre.

Y desde el primero de enero de 1959, Doña Rosario vio renacer a sus hijos Frank y Josué, en los niños, en los adolescentes, en los jóvenes y en los millones de corazones que desde entonces la acompañaron, no con dolor y pesar, sino con la alegría infinita de contemplar día a día la obra de Josué y de Frank en la Patria nueva forjada por la Revolución, por la cual ofrendaron sus vidas aún en flor.