miércoles, marzo 30, 2011

Tomás Romay Chacón, ilustre sabio cubano

Por margarita Piedra Cesar

El 30 de marzo de 1849 a la edad de 85 años fallecía en La Habana el ilustre sabio cubano Tomás Romay Chacón, que justamente es considerado como uno de los precursores del movimiento científico de nuestro país, e introductor de la vacuna infecto-contagiosa como lo fue en su época la viruela.

Graduado de Doctor en medicina en la Universidad de La Haban en 1792, Tomás Romay figuró entre los miembros más destacados de la Sociedad Económica de Amigos del País, de la cual llegó a ser su director en 1842 y fue también fundador y redactor principal del papel periódico de La Habana hasta su fallecimiento.

Dentro de la sociedad que dirigió Romay realizó proyectos para la modernización de la enseñanza de la medicina en Cuba e introdujo métodos basados en la observación y la práctica además de promover el aprendizaje con modernos conceptos de la clínica y la anatomía.

Uno de los méritos más destacados de esta sabio cubano, fue la publicación por primera vez en la isla de un estudio científico sobre la fiebre amarilla también llamada vómito negro y por la cual fue nombrado como académico corresponsal de la Real Academia de Medicina, de Madrid, España.

De igual forma Tomás Romay se opuso a la práctica de enterrar los cadáveres dentro de las iglesias y en l as zonas urbanas por considerar que no era higiénico y junto al Obispo Juan José Díaz de Espada impulsó la construcción del primer cementerio de La Habana, el de Espada, que se inauguró en 1806.

No obstante esos méritos, Tomás Romay fue el introductor de la vacuna contra la viruela en la isla cuatro años después de su invención y para confirmar sus resultados positivos vacunó a sus dos hijos más pequeños y públicamente le hizo inocular el pus de un enfermo para demostrar la eficacia de su método contra la viruela considerado por entonces por una enfermedad terrible.

Durante más de cuatro décadas Tomás Romay se consagró a la tarea de aplicar la vacuna antivariólica en la isla que estaba bajo la tutela del colonialismo español salvando a miles de personas de contraer ese fatídico mal infecto contagioso, caracterizado por dejar grandes marcas en la piel y que puede resultar mortal en muchos casos.

162 años después de su fallecimiento, el 30 de marzo de 1849 el inminente sabio cubano Tomás Romay Chacón figura entre los principales precursores de los avances científicos en Cuba que con su sabiduría e investigaciones contribuyó a forjar hace ya más de siglo y medio.






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