miércoles, noviembre 30, 2011

El ejemplo del 30 de noviembre y de nuestro Santiago

Caídos del 30 de noviembre de 1956
Por Margarita Piedra Cesar

Un día sigue al otro y un año al anterior. Pero ninguno es igual. Lo que los hace distintos es la propia vida, sus inquietudes, sus hechos, el actuar de la gente. Y en el decursar del calendario y de la historia, hay fechas que quedan marcadas por siempre en la memoria de los pueblos.

El 30 de Noviembre de 1956 fue una de esas fechas, cuando la Patria contempló orgullosa otra vez, al grito de Ya estamos en Combate, alzarse a todo un pueblo para cumplir el compromiso de ser libres o mártires.

Antonio Maceo lo había dicho: "La libertad no se mendiga, sino que se conquista con el filo del machete" y el Santiago de Cuba del Titán de Bronce siguió fielmente ese legado.

La ciudad toda se hizo una sola y el verde olivo se paseó por sus calles en un combate desigual en hombres y armas por parte del enemigo, pero superior en moral y conciencia de los revolucionarios, que entonces no temieron a una muerte gloriosa.

Y la muerte arrebató vidas, pero hizo héroes: Pepito, Tony y Otto no callaron sus fusiles, sino que hicieron multiplicar por miles sus disparos, ya para siempre vivos al frente de los suyos.

Varias horas estuvo Santiago de Cuba en poder de los revolucionarios ante el terror de las fuerzas del tirano, que rehuyeron el combate escuchando mil veces el repetido grito de ¡Viva la Revolución!

Y vivió la Revolución ese 30 de noviembre porque Santiago de Cuba la hizo renacer fuerte y vigorosa, en un parto heroico de coraje y disparos.

No quiso el destino que ese día la quilla poderosa del Yate Granma entrara en las arenas de la Patria. Pero en el gesto santiaguero de aquel 30 de Noviembre quedó sembrada la semilla que haría fructificar dos años y un mes después la victoria.

Desde entonces un día siguió al otro y un año al anterior. Pero los que vinieron fueron distintos, porque de forma simbólica quedó grabado en la memoria de la Patria, que los pueblos dispuestos a luchar por la justicia y la libertad, son indetenibles hasta la victoria final. Ese es el ejemplo del 30 de noviembre y de nuestro Santiago.

1 comentario:

JUAN MARTINEZ dijo...

Gracias por dedicarnos su blog.
Amo la paz, el progreso,la solidaridad humana y no promuevo la imposicion y el depotismo del poder sobre los pueblos.

Juan Martiez
hagovalermivoto.com