El 26 de junio de 1958 perdía la vida en el ataque al cuartel de la localidad de Moa, en el Segundo Frente Oriental Frank Paíos García, el Capitán Pedro Soto Alba, fundador de ese frente de guerra y uno de los más valerosos combatientes de la Revolución.
Pedro Soto Alba se había incorporado a la expedición del Granma en Méjico, y tras el azaroso desembarco y desastre de Alegría de Pío, integró el pequeño destacamento que continuó la lucha en la Sierra Maestra.
Las honras fúnebres del Capitán Pedro Soto Alba, ascendido póstumamente a Comandante, tuvieron lugar en el propio poblado de Moa, donde el pueblo acudió a rendirle el merecido homenaje, con la presencia del Jefe del Segundo Frente oriental, Comandante Raúl Castro Ruz.
Otro 26 de junio, pero del año 1967, entregó su vida por la libertad de nuestra América, el combatiente internacionalista cubano Carlos Coello, El Tuma, integrante del Destacamento Guerrillero del Che, en Bolivia.
Carlos Coello se había incorporado a la lucha guerrillera en la Sierra Maestra con sólo 16 años de edad. Integró la Columna Invasora número 8 “Ciro Redondo”, comandada por el Che y junto a él participó en la invasión al territorio central del país.
Al triunfo de la Revolución el Che mantuvo a su lado como escolta a Carlos Coello para enseñarle a leer y a escribir porque de niño no pudo hacerlo. Después acompañó al Guerrillero Heroico en la gesta del Congo y más adelante integró el destacamento que luchó en Bolivia
El 26 de junio de 1967, en una emboscada, Carlos Coello fue herido de gravedad en el vientre, y a pesar de los esfuerzos hechos por el propio Che como médico no pudo salvarle la vida, sintiendo la muerte del bravo guerrillero como la de un propio hijo.
Hoy al conmemorarse los aniversarios 55 de la muerte de Pedro Soto Alba y 46 dela caída de Carlos Coello en Bolivia, la patria toda los recuerda por igual y los mantiene entre sus héroes y mártires más queridos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario