martes, mayo 02, 2017

Che calificó la reunión de Altos de Mompié de decisiva

El fracaso de la huelga del 9 de abril de 1 958, sus consecuencias y experiencias para el futuro de la lucha revolucionaria, fueron analizadas por la Dirección Nacional del Movimiento 26 de Julio en una reunión celebrada el 3 de mayo de ese año, en Altos de Mompié, Sierra Maestra, encabezada por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.

En esta reunión, calificada por el Che de decisiva, participaron Fidel, Haydee Santamaría, Faustino Pérez, René Ramos Latour, Celia Sánchez, Vilma Espín, Marcelo Fernández, David Salvador y Enzo Infante, todos integrantes de la dirección nacional del Movimiento 26 de Julio. Además estuvieron otros invitados entre ellos el Comandante Ernesto Che Guevara.

Los principales temas abordados y debatidos estuvieron relacionados con la huelga del 9 de abril, las relaciones entre el llano y la sierra, el papel de las milicias clandestinas, el estado organizativo del Movimiento 26 de Julio, la línea a seguir para la unidad y la restructuración para la dirección nacional, entre otros no menos importantes.

Sin embargo, el aspecto más debatido fue el de la huelga general decretada por el Movimiento 26 de Julio para el 9 de abril de 1958, la cual, a pesar de todas las acciones llevadas a cabo tanto en el llamo como por el Ejército Rebelde, la misma terminó en derrota con el tremendo saldo de más de un centenar de valiosos compañeros muertos, como fueron Marcelo Salado, en la capital y Ciro Frías en el ataque al cuartel de Imías por tropas de Segundo Frente en apoyo a la huelga.

Resulta imposible en tan breve espacio relacional cuánto se hizo en esa heroica jornada a pesar del fracaso. Pero el propio Fidel en carta dirigida en los días posteriores a Faustino Pérez, uno de los principales dirigentes de la huelga, le señaló: “Tengo la más firme esperanza de que en memos tiempo de los que mucho son capaces de imaginar habremos convertido la derrota en victoria”.

El principal acuerdo adoptado en la reunión fue la creación de una ejecutivo de la dirección nacional del Movimiento 26 de Julio cuya sede sería la Columna UNO del Ejército Rebelde, en la Sierra Maestra, para asumir toda la dirección política y militar de la revolución, designándose a Fidel como secretario general del movimiento y Comandante en Jefe de todas las fuerzas, incluidas las milicias urbanas.

Si bien la dictadura batistiana trató de aprovechar el desaliento momentáneo provocado por el fracaso de la huelga del 9 de abril, para lanzar su más poderosa ofensiva contra la Sierra Maestra, el espíritu del Moncada y del Granma se irguió con todas sus fuerzas para enfrentar los planes de la tiranía los cuales se estrellaron contra al baluarte invencible de las montañas orientales que meses después se revertieron en la contraofensiva revolucionaria, que culminaría con la victoria del primero de enero de 1959.

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