sábado, junio 01, 2013

Cuba y el Día Internacional Infancia

"Por el solo hecho de nacer, el niño tiene derecho a ser feliz".  Ese fue el legado que inspiró a la Conferencia Internacional de Defensa de la Niñez celebrada en 1952 en Viena, Austria, para instituir el primero de junio como Día Internacinal de la Infancia.

Pero no fue hasta 1963 que Cuba se acogió a esa conmemoración de las Naciones Unidas enarbolando el postulado martiano "los niños nacen para ser felices".

Ya desde mucho antes, desde el mismo año 1959 en que triunfó la Revolución, se comenzó a garantizar a la niñez cubana sus derechos más elementales como el de la salud, la educación, la alimentación y el de ser parte de una sociedad donde son escuchados y se les tienen cuenta para participar activamente en la construcción de una nueva patria, porque ellos sin dudas constituyen su preciado tesoro y su futuro.

En Cuba, por ejemplo, los niños tienen derecho a la salud, incluso desde antes de nacer mediante el programa de atención a las mujeres embarazadas. Asimismo, cada niño al nacer en Cuba se le aplican gratuitamente 13 vacunas que los inmunizan de numerosas enfermedades, algunas de ellas mortales, que afectan a la grey infantil.

En lo que respecta a la educación todos los infantes cubanos entre cinco y quince años de edad, tienen derecho a la educación gratuita, disponiendo para ellos en todo el país, de más de 13 mil escuelas, incluyendo la enseñanza especial para niños discapacitados y más de medio millón de educadores. Además, la educación en Cuba es gratuita hasta el nivel universitario.

En cuanto a la alimentación en Cuba se garantiza la alimentación básica adecuada y hoy por somos el único país de América Latina y del Caribe que no posee niños con desnutrición infantil severa.

Estos son solo algunos ejemplos de los privilegios con que cuenta hoy la infancia cubana a pesar de vivir en un país criminalmente bloqueado por el imperio más poderoso del mundo, EE.UU. y que ha causado daños a nuestra economía, afectando a sectores tan vitales para la vida como la salud y la alimentación.

Contrastan estas realidades de Cuba con la situación mundial de la niñez, pues cada día que pasa mueren miles de niños a causa de hambre y desnutrición, millones fallecen cada año por enfermedades curables, otro tanto no tienen una escuela donde estudiar y millones se ven obligados a trabajar para subsistir o mal vivir, mientras que el mundo gasta anualmente,  millones de millones de dólares en presupuestos militares.

En este Día Internacional de la Infancia, los cubanos hacemos voto porque un día se haga realidad el postulado bajo el cual se instituyó esta conmemoración: "Por el solo hecho de nacer, el niño tiene derecho a ser feliz", porque además como expresara José Martí, ellos son la esperanza del mundo.

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