lunes, agosto 15, 2011

A tí mi homenaje bella Baracoa


Por Margarita Piedra Cesar


Tierra pura y legendaria;
Ciudad Primada de Cuba,
no hay loma que no se suba
sin su mano hospitalaria.
En su historia extraordinaria
está el indio y el mambí;
Gómez, Maceo, Martí
y Calixto la enriquecen
y hoy sus calles se enaltecen al grito de ¡Cuba Sí!

Cuenta la historia que cuando el Gran Almirante Cristóbal Colón llegó por primera vez a nuestra isla exclamó: “Esta es la tierra más hermosa que ojos humanos vieron”, e igual impresión debió tener cuando sus naves arribaron a la zona de Baracoa y pudo apreciar tantas bellezas naturales que rodeaban a este sitio y que bien pudieron hacerle pensar, que en vez de descubrir una isla habían llegado al paraíso terrenal.
19 años después de aquel encuentro, el 15 de agosto de 1511, los colonizadores españoles fundaban en este lugar la Primera Villa de la isla a quien llamaron Nuestra Señora de la Asunción, complementándose ese título con el de Baracoa al llamarle así los aborígenes.
Baracoa fue a partir de entonces la primera capital de la isla y su primer obispado hasta que años después esas funciones se trasladaron a Santiago de Cuba. No obstante, la primera villa quedó marcada para la historia con el título de Ciudad Primada de Cuba y la gloria de haber comenzado a transitar por aquí la historia de la nación.
Lo primero que se admira en la ciudad es su entorno, las montañas que le rodean y en particular el famoso yunque, llamado así por su forma. Después están los sitios históricos más cercanos a la conquista, como los fuertes de Matachín y la Punta.
Al caminar sus calles, podrán apreciarse sus más antiguas viviendas de grandes puertas, ventanales y enrejados, con sus techos de tejas por lo regular a dos aguas, aunque no faltan hoy los modernos edificios construidos en los últimos años.
Asimismo, cuando el calor del verano agobia como ahora, podrán disfrutar de la transparencia y frescura de las aguas de los ríos Miel, Macaguanigua  y Duaba o bien darse un chapuzón en las playas atlánticas, a pocos pasos de la ciudad y como si fuera poco, todo el tiempo se estará respirando un aire puro proveniente de las montañas o la brisa marina, que no sufren de las contaminaciones que proporcionan al ambiente los excesos de modernidad.
Baracoa es en fin, una dama de 500 años de vida que mantiene toda la fragancia y la hermosura de una criatura acabada de nacer, a la cual los cubanos todos saludamos en esta fecha con un gran beso y el privilegio de que exista por siempre y para siempre, como la Ciudad Primada de Cuba.

Capital desde sus cimientos,
capital de las montañas
nacida de las entrañas
de las lluvias y los vientos.
Arrancan los sentimientos
de música y poesía
por su inigual geografía,
el tibaracón horondo
y el yunque que se alza al fondo
de su preciosa bahía

*Fragmentos del poemario Desde mi Altura, del Héroe de la República de Cuba, Antonio Guerrero

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